Nazaré y la gran desilusión: ¿dónde están las olas gigantes?
Cuando planeábamos recorrer Portugal, Nazaré no estaba en nuestra lista de destinos. Pero una noche, mientras hablábamos del viaje, le dije a Jose:
-¿Y si vamos a Nazaré?
Ella me miró sin mucho entusiasmo y preguntó:
-¿Qué hay ahí?
-Olas de 30 metros y campeonatos mundiales, le contesté con toda la emoción.
Le conté todo lo que había visto: videos espectaculares, campeonatos de surf, olas que pueden alcanzar los 30 metros de altura, surfistas que desafían lo imposible, un mirador desde donde todo el mundo parece hipnotizado por la fuerza del océano...
La tentación fue demasiada, y ya que estábamos cerca, Josfina accedió. Nazaré nos esperaba.
Llegada a Nazaré: entre apps y expectativas
Llegamos en bus desde Aveiro y nos instalamos en un hostel. No habíamos tenido suerte con Couchsurfing que es una plataforma para conectar con anfitriones locales, intercambiar experiencias culturales y conseguir alojamiento gratuito.Ya instalados, partimos rumbo a la playa cargados de emoción.
¿Y las olas? La gran decepción
A medida que nos acercábamos, algo nos llamó la atención: no había tanta gente como esperábamos. Las imágenes que habíamos visto mostraban multitudes frente a un espectáculo natural imponente. Pero ahí estábamos, frente a una playa calma, sin una sola ola.Sí, ni una sola!. El mar, parecía una pileta.
Picnic, atardecer y agua helada
Decidimos no dejar que la desilusión arruinara el día. Hicimos un picnic en la playa, vimos un atardecer hermoso y hasta nos metimos al agua que estaba súper helada y el sol quemaba.Era principios de junio, con un calor agobiante y sin protector quedabas quemado.
¿Cuándo se ven las olas gigantes?
Más tarde, investigando un poco más, descubrimos la verdad: la temporada de olas gigantes va de noviembre a marzo.Durante esos meses, las condiciones meteorológicas y el famoso Cañón de Nazaré se combinan para crear ese espectáculo único que tantas veces vimos en YouTube. Así que no, no pegamos una, pero al menos disfrutamos de sus playas, sin esa excusa no hubiéramos ido.
Nazaré: ¿volver o seguir soñando?
Aunque no vimos las olas en vivo, la experiencia tuvo su magia. No siempre todo sale como lo imaginamos, pero eso también es viajar.Nos queda pendiente volver en temporada alta, o al menos seguir soñando con esos videos impresionantes que nos hacen creer una y otra vez que vale la pena intentarlo.
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